sábado, 2 de febrero de 2013

Capitulo 1. Un Viaje con sopresas


-Hija apúrate porque si no perderemos el vuelo. - Decía mi papá, mi papá era muy joven tenía 34 años y ni que hablar de mi mamá tenía 32, si, ellos me tuvieron muy jóvenes.

-Ay papá dile que se apure. - Decía mi pequeño hermano. Tiene 15 años y aunque siempre es molestoso fue uno de los que más me ayudó luego de lo que pasó con Nathan.


-Ya voy. - Grité cerrando mi maleta, dejé todo para último momento lo sé.


-Hija apúrate- Decía mi mamá entrando a mi habitación. - ¿Recién hiciste tus maletas? -


-Solo ésta. - Dije inocentemente agarrándola y saliendo de mi habitación junto a mamá dirigiéndome a las escaleras y ahí estaba mi hermano. –Enano ayúdame. – Le ordené.


-Se dice por favor hermanito lindo- Decía Leonardo, por cierto ese es su tonto nombre.


-No debo decir mentiras hermanito- Me miró con una cara seria –Ok, por favor ayúdame-


-Faltó algo- Lo miré serio –Está bien, lo haré- Decía resignado.


-Gracias, te quiero Leo- Y le di todas las maletas mientras yo bajaba las escaleras encontrándome con papá. –Ya estoy lista.


-Qué bueno- Me dijo mientras mi mamá bajaba y el no dejaba de verla, lo comprendo, mi mama es guapísima y aún es muy joven. –Qué linda te ves- Le decía a mi mamá seguido de un beso en los labios.


-Mejor me voy a otro lado- Odiaba los besos, bueno no los odiaba, simplemente que me hacían recordar a Nathan. Me dirigí al auto y mi hermano estaba subiendo todas las maletas al auto.


-¿Viniste a ayudarme?- Dijo él


-No, solo vine porque papá y mamá estaban compartiendo saliva y sabes que eso me trae recuerdos- Lo mire y el me entendió


-Sigues pensado en él,  ¿verdad?- Me preguntó mirándome seria


-Solo a veces- Dije agachando la mirada.


-Ay hermanita- Dejó lo que estaba haciendo y se acercó a mí dándome un abrazo y yo hice lo mismo. –Deja de pensar en él, ¿Si?- Dijo mirándome a los ojos, yo solo asentí y no deje que las lágrimas se asomaran mientras nos volvíamos a abrazar.


-¿Ya subiste todas las maletas Leo?- Dijo mi mamá, inmediatamente nos separamos.


-Si falta solo las de (Tn)- Dijo subiéndolas al carro y subiendo ya la última cerro la maletera. –Listo, Ya subí todas  -


-Muy bien ahora suban al auto- Dijo mi mamá y yo subí primero luego Leo, mi mamá se sentó en el asiento del copiloto y luego subió mi papá para luego dirigirnos al aeropuerto.


Tomamos nuestro vuelo, todo normal durante el viaje, yo estaba sentada con Leo y el me molestaba mucho así que decidí escuchar música durante todo el viaje. Luego cuando él dormía me vengué. Saqué mi kit de maquillaje de mi bolso y tomé el labial, esto se pondría bueno. Ya cuando estábamos a pocos minutos de aterrizar desperté a Leo e intenté no reírme. Ya cuando aterrizamos mamá y papá vieron a mi hermano con los labios rojo pasión.


-¡¿Qué te sucedió?!- Dijo mi mamá casi asustada.


 -De qué hablas- Dijo mi hermanito.


-Mira tu rostro- Dijo papá mirándome para que le alcance un espejo, mi hermanito cogió el espejo y miro sus labios rojos y algo de sombra en sus ojos.


-¡(TN)!- Gritó fulminándome con la mirada.


-Tu comenzaste, no dejabas de molestar- Dije mientras mi papá lo agarraba para que no me hiciera algo.


-Me vengaré- Dijo calmándose para que papá lo soltara.


Luego bajamos del avión, recogimos nuestro equipaje y luego nos dirigimos a una camioneta que se suponía que era del abuelo, subimos y nos llevó a su… esperen un momento, era una mansión en donde vivía el abuelo, bajamos y entramos a la mansión, fuimos recibidos por las empleadas y ellas nos llevaron a nuestras habitaciones. Yo tenía una linda habitación, muy grande por cierto; en la mansión también había una piscina y un gran jardín en la parte trasera. Luego alguien toca la puerta y era mi querido hermano, intenté cerrar la puerta pero era en vano, él ya estaba encima mío haciéndome cosquillas sobre la cama. Ya luego de un tiempo paró y yo le di un beso en la mejilla. Ya en la noche estábamos cenando tranquilamente cuando tocan el timbre de la casa, y en eso entra un señor de traje, supuse que era un abogado o algo así.


-Señor, lo buscan- Dijo Selma, la ama de llaves, tendría unos 45 años.


-Debe ser el abogado- Dijo mi padre, lo supuse el tipo era un abogado. –Con permiso- Dijo mi padre levantándose de la mesa y dirigiéndose al salón principal.


Luego de un tiempo el abogado se había retirado y papá regreso al comedor con una cara de impresión, se sentó y nos miró algo serio.


 -¿Qué pasa cariño?- Dijo mamá algo preocupada.


-Mañana se leerá el testamento qué dejó mi padre- Dijo serio.


-¡¿Qué?!- Dijimos mamá, Leo y yo al unísono. Estábamos sorprendidos, no sabíamos que el abuelo había hecho un testamento.


-Se leerá en su despacho mañana a las 10 de la mañana, todos deben estar ahí. – Veía que también estaba sorprendido.


Ya era de día, falta alrededor de 1 hora para leer el testamento y yo estaba acomodando mis cosas en la habitación cuando alguien toca y pasa, supuse que era Leo.


-¿Viniste a ayudarme?- Le dije sin verlo.


-¿Cómo supiste que era yo?- Me dijo algo impresionado.


-Fácil, tú siempre entras sin permiso- Le dije.


-Bueno, solo venía a decirte que el testamento se leerá dentro de 30 minutos, lo adelantaron- Y yo solo asentí para que el luego salga de mi habitación


Ya dentro de 30 minutos todos estábamos en el despacho del abuelo junto al abogado


-Bien, empezaré a la lectura del testamento- Dijo el abogado y comenzó a leer.


Todos estábamos sorprendidos cuando terminó de leer el testamento, mi abuelo me dejó todo a mí y como yo aún era menor de edad mi padre se encargaría hasta que cumpliera la mayoría de edad. Aun no puedo creer por qué el abuelo me dejó todo a mí, quizás porque fui su primera nieta, la verdad no lo sé.


Después de ese día todo transcurrió normal, mis tíos se enteraron de todo y estaban de acuerdo ya que cada uno tenía un negocio y no querían descuidarlo. Después de pasado una semana en Alemania decidimos que nos quedaríamos a vivir en la casa del abuelo, si, aún no acostumbro a decir MI casa. Un lunes en la tarde decidí salir a despejarme de todo esto que pasó repentinamente. Salí de la mansión y me dirigía a la plaza pero iba tan distraída que choqué con alguien.


-¡Auch!- Se quejó aquella persona.




Y estoy aquí otra vez molestándolas de nuevo :) Ok no. Bueno ladys espero que les haya gustado este primer capítulo y comenten así me ayudan a saber que hago mal o ya sea un pedido de ustedes ;). Nos leemos el próximo capítulo, cuídense ♥